Doña Viole
Una pequeña reseña de mis últimas aventuras con mi amada madre.
Una pequeña reseña de mis últimas aventuras con mi amada madre.
Al final, y al principio de año gozamos de una bonita relación con doña Viole. Un domingo por la tarde nos escapamos. Estaba muy preocupada por los hermanos que le traían la Santa Cena, pero aun así, nos fuimos.
La ventaja que yo tenía, era que al principio de su enfermedad, no confiaba en nadie para caminar, más que en mí. Aun las enfermeras profesionales no la podían convencer. Y eso me facilito, para sacarla de su cuarto para distraerla un poco.
Estas nuestras aventuras, las conservábamos en privado. A Carlos lo hicimos participe, porque nos agarro infraganti en plena salida.
Ya en medio del recorrido me empezó a dar temor, porque subimos un área montañosa con nieve. Si algo nos hubiera pasado ahí, entonces si me hubiera metido en grandes líos. Pero el auto de doble tracción no tuvo ningún problema.
Mi madre confiaba plenamente en mí, serena, tranquila, sin inmutarse un segundo..
No solo el paisaje, de ese lugar fue fascinante, sino que con ella tuve el privilegio de ver águilas en plena libertad en el mismo día.