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Mayo 25

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Squaw Peak

Hoy sería el segundo intento para escalar el Squaw Peak en bicicleta. Lo intente el pasado martes, pero por el dolor no pude. (Me golpie un día antes jugando futbol)

Hoy empecé con molestias también, pero decidí rotar todo el terreno plano, para ver si podría ayudar a relajar mi musculo primeramente.   Al parecer dio resultados, aun cuando al empezar la escalada, mis piernas protestaron, hubo una lucha interna, pues me puse algo terco con mi subconsciente y le prometí que subiría despacio, lo más relajado que pudiera, y que iba a necesitar de su apoyo.

De los 4900 a 6690 pies de altura.

Empezaron las curvas, una tras de otra, hasta el punto donde la inclinación requiere que uno se pare. Lo hice con cuidado y esporádicamente al principio, todo para habitar cualquier crisis producto de un movimiento brusco.

Uno se debe de parar con frecuencia en las montañas, y la razón es porque se requiere de una buena circulación. En esta escalada tendría que sacrificar algo de esto.

El último tramo es bien empinado. Es maravilloso el cuerpo humano.

Teniéndole paciencia, y trabajando inteligentemente con él, mostrándole cortesía y respeto, el reacciona fuerte cuando se le requiere. Mis rodillas, mis tobillos, mis músculos, a estas alturas empezaron a reaccionar bien.

Después de disfrutar del paisaje empezó la preparación para descender. Tendría que ponerme mis protectores de brazos, por el frio. Y en esas estaba cuando apareció un chico con una chica con la que yo sali. Qué bonito me dije para mí. Yo debo de descender con la luz del día, y al parecer ellos están buscando el atardecer.

La bajada fue placentera, debía de mantener atención y  concentración en la carretera.

Al llegar al pie de la montaña quise ayudar a alguien que estaba tratando de reparar su bicicleta, había sufrido un pinchazo. (Yo debería de ser un poco más agresivo.)  El menciono que estaba sufriendo muy a menudo problemas de este tipo, y  creo que supe del porqué, cuando le observe la forma en que lo estaba haciendo.

No le puso un poquito de aire, para que sea fácil su instalación.  Si no, se hace de esta manera, puede ser que el tubo entre doblado, o que una de sus orillas se prense.

Hasta después pensé en compartir con él, este sencillo principio. Se miraba alguien con mucha experiencia, y estaba manejando una bicicleta cara. Y eso me distrajo para no insistir.   Ojala que esta vez el tubo le haya quedado bien.

No saben con que alegría entre al pueblo. No sé que causa en el cuerpo la satisfacción de una meta cumplida, pero venia maravillado. Nada me dolía. Entre a una velocidad completamente diferente que cuando salí.  Definitivamente la montaña había logrado el milagro de llenarme de entusiasmo y había curado mis dolencias.

Y claro, que al regresar, entre, me bañe, y me fui a parrandear. Esto había que celebrarlo..

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