Muchos recibimos promesas y bendiciones de Dios cuando somos jóvenes, entre algunas de ellas, yo recibí la siguiente: “Sentirás siempre Su mano poderosa salvándote”. A continuación les presento algunas experiencias sobre estas promesas.
Fue mi primera área en la misión. Y por cualquier lugar dejaba tirados mis documentos que mantenía en la bolsa frontal de la camisa. Tome la determinación de dejar los mejor en la casa. Todo el mundo podía ver que éramos misioneros, y creí que no era importante mantenerlos conmigo a todo tiempo.
En una tarde, recibimos notificación de que nuestros líderes querían hablar por teléfono con nosotros. Por la noche nos enteramos de que deberíamos de viajar a la capital, por una conferencia. Uno de los apóstoles estaba de visita, y quería hablarnos. (Yo creo que Kirk Leishman era mi compañero)
En esta oportunidad la vos que recibí en mi mente fue fuerte y especifica. “Lleva tus papeles”. Fue tan clara y fuerte que los puse en mis cosas que llevaría a San Salvador al otro día.
Tomamos el autobús, y cinco minutos más tarde teníamos al ejército pidiendo documentos a todos los viajeros, y específicamente se dirigieron a nosotros para que mostráramos comprobantes de que estábamos legales en el país.
La guerra del Salvador había empezado. Desde ese día, los conflictos internos de ese país se incrementarían constantemente. Fue la única ves que me pidieron documentos en aquel país.
. Una vez más Dios me salvo de inconvenientes, por lo que estoy profundamente agradecido.
