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Sentirás siempre

su mano poderosa

Muchos recibimos promesas y bendiciones de Dios cuando somos jóvenes, entre algunas de ellas, yo recibí la siguiente: “Sentirás siempre Su mano poderosa salvándote”. A continuación les presento algunas experiencias sobre estas promesas.

Rock Canyon

Escrito & Ilustrado por Billy A. Rodríguez | Fecha:Octubre 2015|
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El Rock Canyon es fascinante, y el mismo se ha encargado de que lo dejen existir sin intervención, porque puede cobrárselas caro, si hay una avalancha, afectaría directamente a todas las ciudades que radican en sus faldas.

Su sendero es de terracería, transitarlo en bicicleta, toma como diez horas, aunque esta atrás de la ciudad, parecería tierra lejana del siglo 18.

En cierta oportunidad en un recorrido en bicicleta, encontrándome en la cima, faltando como tres horas para que entrara la noche, encontré a unos cazadores. Me indicaron que mejor bajara por la parte de atrás del Templo, Me tomaría como unos 30 minutos en lugar de las tres o cuatro horas restantes que me hacían falta. Pues así lo decidí. Tome el desvió y empecé a descender. Luego el camino se trasformo en vereda. Como es para abajo, es cuestión nada más de saber dónde poner la llanta delantera para seguir avanzando.

Las dudas rápido se presentaron. Estas fueron algunas de ellas. ¿Y qué tal si este no es el camino?. ¿Y qué tal si tengo que regresar todo lo que estoy bajando? ¿bajar puedo, pero después de 10 horas de recorrido, no creo poder subir?.

La mascota de la Universidad de Brigham Young que está en las faldas de esta montaña es un puma. Y qué tal si me encuentro con uno? Así que todas estas preguntas, aunque uno esté completamente agotado, lo hacen despertar y poner toda la atención del mundo. No hay tiempo para dormirse en sus laureles.

Como no conocía el lugar, lo primero que decidí, fue que cuando encontrara un entronque tomaría siempre el camino hacia a la derecha. Error, porque en algún punto debería de haber elegido lo contrario.

Luego el sendero empezó a ser una pestañita de una ladera. La ladera se convirtió en la convergencia de dos, y al final ya no había camino, sino que un precipicio. A pesar de que venia descendiendo normal, me asuste. Lo primero que tenía que hacer, es detenerme. Antes del precipicio había una cuneta, la llanta delantera podría entrar, pero calcule que mis pies no. Así que mientras frenaba lo más fuerte, también supe que no sería suficiente, tendría que caerme a uno de los costados. La otro que pensé en menos de una fracción de segundo, es que no podía poner mis manos. Las necesitaría para salir de ahí. Tampoco podría utilizar una pierna, porque la probabilidad de fracturarme era alta. La última alternativa por la que opte, en esta milésima de segundo, es pegar primero con el lado de mi cuerpo, brazo y pierna juntamente hacia el lado izquierdo. El impacto fue tan fuerte, que luego tuve que hacer lo mismo con el lado derecho. Aunque mi cabeza no toco ninguno de los lados, creo que me perdí en algunos segundos.

La bicicleta no quedo muy lejos de mí. Ya cuando tuve de nuevo conciencia, empecé a hacer un inventario. Piernas y manos con todos sus movimientos, parecía que la estrategia que opte para el porrazo fue la mejor. Solo los brazos los tenía adoloridos como que me hubieran pegado con un bate.

La realidad regreso, tenía que salir de ahí, antes de que anocheciera. Tire la bicicleta y la mochila al pequeño precipicio. No era tan alto, luego baje como pude. Debería de continuar para saber el fin de aquel lugar.

Tal como dijeron los cazadores, mi gran alivio fue ver a las primeras personas caminando por estos senderos. Había senderos completamente llenos de piedra suelta. Los baje a una velocidad prudencial para mantener el equilibrio.

Al rato alguien me pregunto.. ¿y de dónde vienes? Solo pude sonreír. No tenia energía como para ponerme a dar explicaciones.

Este lugar cobra la vida de algunas personas cada año. El hermano de un mi compañero de trabajo perdió la vida cayendo de un precipicio.

La última vez, un Chino que juega con nosotros futbol, llamo a los servicios de emergencia porque se perdió y cayó bajo pánico.

Si uno hace una búsqueda de los accidentes en esta área, se entera de que es mucho más peligroso de lo que parece.

Cada vez que me aventuro en lugares como estos, trato de tomar todas las precauciones posibles, en el verano se puede sufrir de deshidratación, y por la noche, de un frio intenso. Y a pesar de que soy súper minucioso, de vez en cuando uno se las tiene que jugar y agradecer por la misericordia de Dios.