Rock Canyon
De todos, este es el más peligroso, desafiante, intrigante, y traicionero, pero al mismo tiempo encantador".
Billy A Rodríguez
En el Rock Canyon se escalan unos 1200 pies más que en el Alpine. No solo es más alto, sino que es terracería, con sectores rocosos, con piedras afiladas capaces de romper cualquier llanta. (En una travesía de fotografía con el Toyota, rompí tres llantas, más una del jeepito de Víctor que llego a mi auxilio). Las revistas que hablan del trayecto en bicicleta, hablan de un recorrido de 10 horas. Para mi quizás sean unas 14..
Al principio, hice un reconocimiento en Jeep, y en un sector de la parte más alta, refundida, encontré un ciclista. Me sorprendí verlo. Bueno, pensé.. “no soy el único loco”. Me detuve, para entrevistarlo, Por su acento, supe que no era norteamericano. Me dijo que era francés. ¿Qué está haciendo un francés en bicicleta por aquí, fue mi siguiente pensamiento?. Lo despedí, pero me dejo intrigado. Llegue a la conclusión, de que lugares como estos, para un europeo, no son cosas del otro mundo.
Lo que más le agradezco, es que sin cruzar mayores palabras, me oriento para la forma en que lo debería de escalar.
Debería de ser a la inversa como yo lo había planeado, porque en ese sentido se escala una sola vez, en lugar de aproximadamente una y media como yo lo estaba explorando.
Circular por lugares como estos, que son nuevos, consumen mucho estrés. Son apartados, no hay señal para los celulares, y aunque uno se crea muy salsa, lo llenan de preocupación.
Cada año presentan un incidente mortal. Lo que lo hace traicionero, es que en el verano hay demasiado calor, y la deshidratación esta a las ordenes. Lo otro, es que por las noches se torna en un lugar muy helado.
En el primer intento para realizarlo. Lo empecé súper cansado, por el estrés de los días previos. Además pinche llanta. Serian las 12 del medio día, y repararla me termino por consumir. La llanta siguió dando problemas en toda la escalada. Cuando llegue a la cúspide, notando que la llanta estaba pache, decidí regresar por donde llegue.
Algo por lo que claudique aquel día, fue también por no andar ropa adecuada. Baje, hasta Sprinville, y de ahí, me vi en la necesidad de pedir auxilio.
En el segundo intento, ayude a un inválido a reparar una llanta de su cherokee que había explotado. Me decepcione por el atraso que me causo, pensando que no me alcanzaría el día. Sin embargo la satisfacion de haberlo ayudado, me relajo. Me sorprendi, llegando a la cúspide en un tiempo prudencial. Fue la primera vez que lo pude cruzar. Y desde ahí, aunque no han sido muchas, he salido victorioso.
¿Porque he elegido esta aventura, entre una de las mejores?
La respuesta, quizás es porque, es la que más ganas requiere. No solo físicamente, sino que requiere llegar muy bien mentalizado. Como dice Miguel Indurain.. “El cuerpo aguanta más que la mente”.
Algunas experiencias en este lugar:
Recuerdo en cierta oportunidad lo que la cúspide me dio como bienvenida. Había varios halcones peinando los arbustos, con el viento proveniente del valle.
Me senté, para ver aquel espectáculo. Los halcones en lo suyo, no creo que haya perturbado. No se puede describir, la forma majestuosa del espectáculo de estas aves.
Es tan apartado, que en otra oportunidad deje la bicicleta en el camino, y camine hasta lo mas alto, como parte de mi descanso. El dia estaba nublado, contemple el valle. El lugar sublime.
En otra oportunidad transitando en la cresta de las montañas, alguien en un ATV me dijo.. “Jamás había visto a alguien tan fuerte como tú. Que tengas un bonito día”.
Hay otro sector que siempre me tropiezo con la misma piedra. Es tan grande la piedra que cubre la mitad del camino, y es al salir de una vuelta.
Si hubiera tráfico, ya me hubiera empotrado no se cuentas veces en los cristales de algún automóvil.
Sin dudar, el lugar es sublime, de esos pocos que aún quedan. Y la razón, es que o lo respetan , o lo respetan. Un desequilibrio natural, como deforestación, sería catastrófico para el valle y las poblaciones circunvecinas, por los aludes en el invierno.
Hace como tres años encontré un Moose, una gran bestia. Son del tamaño de un caballo. Pensé que mi presencia lo asustaría, pero ni se inmuto. Agradecí en mi corazón que no fue uno de esos gatos grandes.
Cada día reconozco la importancia de andar con un espray de pimienta, o de mostaza, por aquello de las emergencias.
Recorrido de 48.8millas.




